A los ignorantes es fácil engañarles, aunque me santiguo cuando llegan a creerse, como si de dogmas se trataran, algunas de las “mamarrachadas” que les dictan sus Santones. Es tal el nivel de sectarismo que asumen como ciertos hechos que a cualquier persona medianamente cabal le resultarían grotescos. Parten siempre de lo mismo, todos los que no vivimos en los “mundos de Yupi”, somos pueblerinos y paletos. Y es que cada vez que escucho lo de lo de los mastines y los burros como la solución al problema del lobo me pongo malo. Hombre que los mastines ayudan pase, siempre se ha tirado de ellos, pero lo de los burros…madre De Dios. El problema es que para defender el ganado a base de mastines hay que tener tantos, en relación al número de cabezas, que muchas veces no resulta rentable, además de que también se los zampan los lobos. Ahora lo de los burros ya es de traca, no se de donde lo han sacado estos comediantes. Hablan de ellos como si fuesen auténticos “guardaespaldas blindados” cuando en realidad acaban formando parte de la dieta del lobo a la primera de cambio. Ahí les dejo como triste ejemplo la burra de Chuso el de Payares, antes y después de encontrarse con los lobos en el valle del Huerna. Hay que ser “tontos e ignorantes” para creerse algo así, hay que ser “listos y vividores” para conseguir que se lo crean. Así está la sociedad, mientras el campo se tira a la calle para reivindicar que les escuchen y les dejen vivir de su trabajo, los urbanitas siguen llamándoles “paletos y pueblerinos”, haciendo más caso a toda esa banda de vividores, que es el ecoanimalismo, que a quienes intentan vivir del campo y en el campo. El lobo es un enorme problema para el mundo rural, su control es más necesario que nunca por muchos mastines que tengamos. No se pide extinción, solo un control que permita la convivencia entre hombre y depredador. Veremos a ver cuál es la siguiente que se inventan…
Viva la caza. Long life to hunting.